exploración fácil alrededor de hermosos parques y playas

Mi estancia fue fantástica, ya que pude disfrutar de la cercanía a la playa de Portizuelo, que está a menos de 5 minutos caminando, y a los jardines de Panrico, donde pasear entre flores y árboles es realmente agradable. además, el ambiente es tranquilo y perfecto para descansar después de un día explorando la zona, pero el acceso al hotel puede ser un poco complicado si no estás familiarizado con las carreteras.

Desayunos caseros deliciosos en un entorno tranquilo.

increíblemente decepcionante, esperábamos algo mucho mejor por 165 euros. La accesibilidad es pésima y ni siquiera hay refrigerador. Fue una verdadera sorpresa que no ofrecieran cena, ¿dónde estaba el servicio VIP que prometían? Casi escribo una buena reseña, pero no pude, lo siento. No hay dispensadores de jabón, ¡es inaceptable!

Un refugio tranquilo en la naturaleza

Despertar rodeado de jardines bellamente cuidados y un desayuno casero delicioso. La tranquilidad del lugar, con el sonido de las olas, era el paraíso. Además, Daniel siempre estaba dispuesto a ayudar.

Sin embargo, la accesibilidad es un reto con caminos angostos. No hay opciones para cenar en el hotel, y resulta complicado encontrar restaurantes cercanos. Las habitaciones carecen de algunas comodidades modernas.

Las áreas comunes eran tranquilas y muy elegantes, con música clásica que creaba un ambiente relajante. La atención del dueño fue excepcional, siempre dispuesto a compartir detalles interesantes sobre la propiedad y su historia.

Mejorar el acceso a restaurantes cercanos.

Hermoso lugar con excelentes vistas y un aire de tranquilidad. perfecto para relajarse después de un día explorando. El acceso a la playa es un plus y hay estacionamiento gratuito disponible. Todo un encanto para desconectar.

Aparte de encontrarme perdida en un laberinto de caminos, no entendí por qué en un lugar así no hay más opciones para cenar, ¡me sentí como en una película de terror!

La finca es un lugar maravilloso para disfrutar en familia. Nos alojamos aquí con nuestros hijos y sobrino, y exploramos los alrededores, ideales para actividades al aire libre. Los desayunos eran variados y las mermeladas caseras, deliciosas.

Mi mujer dice que sería genial ampliar las opciones de comida en el hotel.

El hotel presenta un entorno hermoso y acogedor, ideal para relajarse, pero el acceso puede ser complicado, especialmente si no se está familiarizado con carreteras estrechas. La decoración es cuidada, aunque las habitaciones son algo pequeñas y el precio se siente elevado considerando las comodidades. Aunque la limpieza y la atención del personal son aspectos destacables, la falta de aire acondicionado resultó incómoda, especialmente en días calurosos.

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El lugar es un remanso de paz, ideal para desconectar. pero debes estar preparado para el acceso complicado y la falta de opciones de comida. Las habitaciones son sencillas y sin aire acondicionado, lo que puede afectar tu comodidad en días calurosos. Ideal para quienes buscan un retiro de la rutina, pero con algunas reservas.

El hotel Finca Portizuelo es realmente encantador, con un ambiente acogedor y habitaciones impecablemente decoradas. Disfrutamos de cenas deliciosas preparadas por Daniel, quien también brindó valiosos consejos sobre la zona. La tranquilidad y la belleza de los alrededores hacen de este lugar un refugio perfecto para desconectar, aunque puede ser un poco complicado llegar si no estás acostumbrado a conducir por caminos estrechos.

la finca está super bien ubicada, rodeada de naturales, y es un lugar perfecto para desconectar. el lugar es muy acogedor, con habitaciones bien decoradas y limpias. daniel y carmen son un encanto, siempre dispuestos a ayudar y tienen unas mermeladas caseras bien ricas. el desayuno es variado y delicioso, ideal para empezar el día con energía. la tranquilidad del entorno es simplemente mortal.

lo malo es q no hay mucha opción de comida cerca y el acceso al hotel es un poco complicado, puedes perderte fácilmente en los caminos.

El entorno es precioso con acceso a una playa tranquila, ideal para desconectar. La limpieza era impecable y el desayuno casero era delicioso, con opciones variadas que nos mantuvieron bien alimentados durante el día. El personal fue extremadamente amable y dispuesto a ayudar en todo momento.

Sin embargo, mejorar la señalización de acceso al hotel podría ser útil, además de considerar opciones para la cena, ya que no hay muchas alternativas cercanas.

El hotel tiene un entorno idílico pero el acceso es complicado. Es recomendable revisar el mapa antes de llegar, ya que las carreteras son angostas.

Wi-fi gratuito y parking sin problema, pero la llegada es complicada por caminos.